Señor, frecuentemente me siento agobiado por el mundo. De un tiempo para acá, la angustia y preocupación por la situación económica y dificultades en el trabajo se han vuelto recurrentes.
A veces me siento agotado, siento que me faltan las fuerzas para seguir adelante, para luchar, para trabajar por la construcción de Tu Reino. Y es allí donde el mal espíritu me propone falsas respuestas, y procuro escapar de mi realidad mediante cosas que me distraen y me hacen olvidar...
Pero Señor esas falsas salidas a veces me absorben y entonces me vuelvo esclavo de la tecnología, y me torno egoísta, olvidándome de las personas que me rodean... dejándole a Ti en un segundo, tercer y hasta último lugar.
Señor y esa esclavitud me hace perder mi alegría, me hace perder el rumbo y entonces me vuelvo profundamente apegado a las cosas que conozco y me encierro cada vez más en mi; y me importa cada vez menos la situación de miseria y falta de esperanza en la que viven muchos de mis hermanos en el mundo, sintiéndome cada vez mas frustrado e infeliz por esta situación.
Señor, regálame algo de esa vitalidad que brota de tantos sacerdotes comprometidos que le has regalado a esta humanidad... esta humanidad que cada día se sume más en la indiferencia.
Señor dame humildad para reconocer el milagro de cada día que nos regalas, la inmensa riqueza que hay en la sonrisa y optimismo de mi hermano, del pobre, de aquel que se mantiene fiel a Ti. Regálame entrañas de misericordia para no ser mezquino e indiferente ante el dolor y el sufrimiento del otro.
Enseñame a mantenerme fiel en la misión de anunciar el Reino, con la coherencia de palabras y acciones, superando la pena por el que dirán, reconociendo que cada medio tecnológico que pones en mis manos debe ser utilizado para la mayor gloria Tuya; para que aquellos que ya han escuchado de Ti, recuerden el llamado; y para que aquellos que aún no te conocen se maravillen del Dios que tenemos por padre.
Señor haz de mi un instrumento de tu paz y de tu amor. Ayúdame a llevar alegría y esperanza a aquel que está necesitado. Protege a aquellos que no creen, no confían y no esperan en Ti.
Señor hoy te quiero dar gracias una vez más por mis papás, mis hermanas, mi hermano, mis sobrinos, mis tías, mi abuelita, por mi novia, por los cevequianos, por mis amigos, por el trabajo, por la casa en la que vivo, por la oportunidad que me has dado de estudiar, porque nunca me ha faltado nada esencial, porque me has regalado toneladas de amor, porque me has enseñado a amar a través de una novia maravillosa, porque tengo carro, porque estoy bien de salud, porque tengo los medios para subsistir, porque me permites ser parte de CVX.
Gracias porque nunca me ha faltado la comida, ni el techo, ni amigos; gracias porque me permites desempeñarme en aquello que estudie en mi carrera. Gracias por tantos testimonios de personas comprometidas en llevar tu mensaje y en trabajar por la construcción del Reino.
Gracias por los días soleados y por los días de lluvia, gracias por las personas con que me encuentro a diario y que me regalan lo mejor de si mismas.
Mi Señor, gracias por esta vida maravillosa que me regalas, pero sobre todo, gracias por amarme como soy incluso con mis defectos.
Es por Ti mi Señor que tengo fuerzas para vivir, para luchar, para ser mejor... es por Ti que hay alegría en mi cuando descubro que dando, recibo... cuando recuerdo una vez mas que aún en los momentos más dificiles, y aún, estando absolutamente solo, Tu siempre vas a estar conmigo.
Virgen María, madre mía y madre nuestra, no me desampares, intercede siempre ante mi Señor para que pueda ser digno de alcanzar su amor.
Mi Señor, que todo lo que haga en lo sucesivo sea siempre para tu mayor Gloria.
Amén.
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